La
idea era crear un ámbito diferente, que comunicara una sensación de
pertenencia y, dentro de lo posible, transmitiera una cierta
"ideología".
El proyecto empezó de cero -desde la creación de la marca hasta las piezas de comunicación-, y por diferentes motivos no avanzó mucho más (al menos hasta ahora).
Igual, me parece un ejercicio interesante, con el que pudimos lograr una estética personal, que logró diferenciarse de los muchos institutos que ofrecen servicios similares y que -con "constancia, coherencia, tiempo y dinero" (como diría mi ex socio Carlos Nesci)- podría llegar a construir una buena marca.
Continuará (o eso espero)…
La dirección de arte es de Humberto Lopardo; los retoques, de Marcelo Minervini (Mainer) y las fotos de Getty Images. Los responsables por el Cliente: Daniel Altman y Samuel Szydlo.
El proyecto empezó de cero -desde la creación de la marca hasta las piezas de comunicación-, y por diferentes motivos no avanzó mucho más (al menos hasta ahora).
Igual, me parece un ejercicio interesante, con el que pudimos lograr una estética personal, que logró diferenciarse de los muchos institutos que ofrecen servicios similares y que -con "constancia, coherencia, tiempo y dinero" (como diría mi ex socio Carlos Nesci)- podría llegar a construir una buena marca.
Continuará (o eso espero)…
La dirección de arte es de Humberto Lopardo; los retoques, de Marcelo Minervini (Mainer) y las fotos de Getty Images. Los responsables por el Cliente: Daniel Altman y Samuel Szydlo.
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